Mindfulness designa el ejercicio de observar los cinco sentidos. Analizando la palabra en inglés, vemos que significa “el acto de estar con la mente presente”. O sea, no estar disperso. Estar presente constituye la primera etapa para la meditación más auténtica, proveniente de filosofías orientales de más de cinco mil años de existencia. El paso a paso para una meditación genuina: abstraer los sentidos, concentrarse solo en un objeto (visual o sonoro), mantener la concentración hasta que la mente se sature y el proceso intelectivo deje de interferir. La mente humana es dispersa por naturaleza y los procesos de condicionamiento que recibimos desde que nacemos crean respuestas condicionadas que nos hacen actuar en modo de piloto automático. Es por eso que parar de pensar, algo que en teoría parece tan simple, puede ser un gran desafío que solo se conquista con años de entrenamiento de meditación y algunas otras técnicas complementarias.
Un ejercicio simple es prestar atención mientras comemos. Ya sea una comida completa o un sándwich, lo importante es estar “aquí y ahora” mientras se mastica y saborea cada porción. Mirar y ver el alimento, olfatearlo, degustarlo. Los hindúes dicen que debemos saborear los alimentos con los cinco sentidos: mirarlo, oírlo, olerlo, tocarlo (en la India es de buen tono comer con las manos) y, finalmente, degustarlo. Lo ideal es no mirar televisión, leer ni trabajar mientras se come. Así, es posible saciarse comiendo menos. ¡Como beneficio extra, además se adelgaza!
Otro ejercicio es prestar mucha atención al leer un libro o cualquier otra cosa. Abstraerse de otros pensamientos y del ambiente en torno, y sumergirse totalmente en la lectura. Para los estudiantes esto es valioso ya que, de esa manera, frecuentemente la memoria puede absorber el contenido con una sola lectura. Cuando yo era alumno casi nunca precisaba estudiar en casa, porque practicaba mindfulness en la clase. Eso me proporcionaba un tiempo extra de vida para hacer otras cosas fuera de la escuela. Al operar máquinas o conducir vehículos, el mindfulness proporciona eficiencia y seguridad. Todo lo que hagamos, lo haremos mejor. Y además minimizaremos la posibilidad de que ocurran accidentes.
Trecho del libro Mindfulness y meditación – DeRose
Dos ejercicios de mindfulness para aliviar los síntomas de la ansiedad.
- EJERCICIO NÚMERO 1
Respiración consciente: No precisa hacer nada diferente. Sentado, de pie o acostado, simplemente preste atención al hecho de que está vivo, está respirando. Permanezca algunos minutos solo respirando y tenga plena conciencia de ese acto. Sin dispersarse. Sin pensar en otra cosa.
- EJERCICIO NÚMERO 2
Respiración abdominal: Acostado, haga respiración profunda, nasal, placentera y silenciosa. Observe que al inspirar el abdomen sube y al exhalar desciende. Procure tornar más consciente este movimiento diafragmático. Cuando haya alcanzado un buen grado de conciencia, haga el mismo ejercicio sentado. Repita esto varias veces: inspire proyectando el abdomen y exhale llevándolo hacia dentro. Solo eso. Ejecuta varios de estos ciclos respiratorios, bien concentrado en el ejercicio.